Más de 160 personas de 12 países se dieron cita en el III Foro Iberoamericano de Economía Social, de la Escuela de Osuna (Sevilla)

La economía social iberoamericana se ha reivindicado en el III Foro Iberoamericano ‘Acción por el clima con rostro de mujer’ organizado por la Escuela de Economía Social en su sede de Osuna, Sevilla. Durante el evento, el sector puso de manifiesto el compromiso para promover un modelo de desarrollo socioeconómico en clave de sostenibilidad en los territorios. E hizo un llamamiento para pasar a la acción para mitigar los efectos del cambio climático con propuestas que garanticen la construcción colectiva de sociedades más justas, feministas, inclusivas y sostenibles. Antonio Romero, presidente de la Escuela de Economía Social, insistió que es «el tiempo de la acción, de reconocer que si no somos capaces de proponer medidas para frenar los efectos del cambio climático corremos un gran riesgo».

El Foro contó con la participación de Edith Marissela Figueroa, viceministra de Educación de Honduras, quien recordó la importancia de la visibilidad de las mujeres y de su empoderamiento “porque somos las que humanizamos la política, el sector empresarial, la vida desde los bienes comunes que fortalecen el sentirse parte de una comunidad”. En la misma dirección fueron las palabras de la alcaldesa de Osuna, Rosario Andújar, quien además señaló “que sólo lograremos un mundo más equitativo y con una propuesta de desarrollo más justo si se hace desde la equidad. Ocupando las mujeres el espacio que nos corresponde, por derecho”. El Foro abordó las temáticas: incidencia política y desarrollo económico, mujer y defensa del medio ambiente, mujer y energía, y acción por el clima desde iniciativas emprendedoras.

Rosa Castizo, coordinadora del Observatorio de Desarrollo Sostenible y Cambio Climático, que impulsa la UNIA y la Diputación de Huelva, dio la conferencia inaugural. Según explicó, “vivimos en deuda con la naturaleza y tenemos que aceptar que el Planeta tiene unos límites. Esto nos obliga necesariamente a cambiar nuestros modelos de desarrollo y consumo”. Una propuesta compartida por María Eugenia Pérez-Zea, directora de la Asociación Colombiana de Cooperativas, y Alicia Maneiro, presidenta de la Confederación Uruguaya de Entidades Cooperativas, que participaron en la mesa de diálogo sobre incidencia política y desarrollo sostenible.

Por su parte, la vicepresidenta de COCETA, Malena Riudavets, recordó que “el 80% de las personas exiliadas climáticas son mujeres, y además, luego nos encontramos que en los foros y espacios donde se deciden acciones frente al cambio climático, no estamos las mujeres”.

En la mesa sobre desarrollo de las comunidades y los territorios, Liliana Buitrago, del Observatorio de Ecología Política de Venezuela, recalcó la “necesidad de repensar todo desde el feminismo ecoterritorial”. Asimismo, se hizo hincapié en la importancia de entender el desarrollo territorial desde el punto de vista de la acción conjunta y de usar la economía social como el instrumento principal para articular un nuevo modelo social y económico más justo e igualitario que no dependa de los recursos finitos. Para todo ello, dar voz a las mujeres que, como apuntó Miriam Miranda, líder garífuna, “también parimos conocimientos, experiencias, transmitimos la identidad cultural y jugamos un papel fundamental en las comunidades y los territorios”.

Por otro lado, la española Rosario Alcantarilla y la mexicana Sofía García Pacheco coincidieron en reivindicar la fórmula de las comunidades energéticas como alternativas para garantizar una energía sostenible que repercute directamente en el beneficio de las comunidades. En la mesa de diálogo sobre emprender en verde diferentes iniciativas de la economía social y solidaria destacaron el papel de la mujer como impulsora del emprendimiento rural a través de cooperativas. Una acción que permite asentar población en el territorio y generar bienestar con el máximo respeto al entorno social y ambiental. El Foro finalizó con la intervención Graciela Fernández, presidenta de Cooperativas de las Américas, insistiendo que es en el cooperativismo donde encontramos “una de las herramientas más equitativas para hacer frente a este gran desafío que son los efectos del Cambio Climático”, y añadió: “Ahora, más que nunca, nos toca demostrar la importancia y la fortaleza de las redes y de la inter-cooperación”.