Presentación

A partir del proyecto auspiciado en su día por el Institut Universitari d´Investigació en Economia Social, Cooperativisme i Emprenedoria (IUDESCOOP) y CIRIEC-España, y presentado por el profesor Mario Radrigán, de la Universidad de Chile, se conformó en 2008 un grupo de investigadores y expertos en 22 países en torno al “Observatorio Iberoamericano del Empleo y la Economía Social y Cooperativa” (OIBESCOOP).

La posterior colaboración por parte de la Fundación Iberoamericana de la Economía Social (FUNDIBES) completó el conjunto de actividades que a favor de la promoción de un espacio iberoamericano común de la Economía Social se desarrollaron durante casi una década por parte, esencialmente, de representantes de universidades y centros de investigación.

La crisis congeló los proyectos con radicalidad. Ahora son días de intentar renovar las apuestas en ese sentido. Para ello, OIBESCOOP se ha constituido en una asociación con sede en la Universidad de Zaragoza destinada a reavivar la colaboración internacional en la investigación y el estudio de la Economía Social y Solidaria en el ámbito de los países de Iberoamérica. La nueva asociación OIBESCOOP la preside la profesora Carmen Marcuello Servós (Universidad de Zaragoza), siendo vicepresidenta la profesora Elena Meliá Martí (Universitat del Politècnica de València) y secretario el profesor Francisco Salinas Ramos (Universidad Católica de Ávila).

Los trabajos desarrollados por FUNDIBES en colaboración con CIRIEC-España y que se plasmaron en tres ediciones del ANUARIO IBEROAMERICANO DE LA ECONOMÍA SOCIAL (años 2009-2011) y otras publicaciones[1], sumaron importantes estudios y mediciones a los trabajos teóricos que sobre la materia se venían realizando por parte de las universidades latinoamericanas, españolas y portuguesas.

La actualidad nos confirma la necesidad de retomar esa vía de estudio y análisis y continuar con el proyecto de intentar generar un espacio común de la Economía Social iberoamericana, entendido dicho espacio como el punto de confluencia entre los países latinoamericanos, España y Portugal. La colaboración de todos los implicados e interesados a ambos lados del atlántico en promover la Economía Social y Solidaria adquiere, sin duda, un componente esencialmente solidario y de futuro que ancla su causa en la necesidad de superar de una vez ancestrales lastres sociales y humanitarios en la región.

[1] Por ejemplo: “Economía Social e Iberoamérica: La construcción de un espacio común” (2001); “La Economía Social en Iberoamérica” (3 volúmenes, 2004-2008); “Economía Social y Cooperación al desarrollo en Iberoamérica” (2004); “La Economía Social en Iberoamérica. Enfoques de interés en España, Portugal y Uruguay” (2008); “Reformas Legislativas en el Derecho Social y Solidario Iberoamericano” (2011) y “Manual de buenas prácticas de la Economía Social y el empleo en América Latina” (2011), estas tres últimas en colaboración con la Fundación Divina Pastora.

Pluralidad de actores

La Economía Social se está posicionando en nuestras sociedades como un polo de utilidad social, entre el sector público y el sector capitalista, y está constituida por una gran pluralidad de actores que se desenvuelven en todos los sectores de actividad económica y adoptan muy diversas personalidades jurídicas: cooperativas, mutualidades, empresas sociales, asociaciones, fundaciones e, incluso, las de sociedades anónimas o de responsabilidad limitada, como es el caso de las sociedades laborales españolas o las llamadas empresas recuperadas en Argentina.

Núcleo identitario común

El pluralismo de la Economía Social no impide identificar un núcleo identitario común para todos sus actores, que son entidades microeconómicas de carácter libre, voluntario, participativo y habitualmente democrático, creadas desde la sociedad civil para satisfacer y resolver las necesidades de los individuos, hogares o familias, o para dar cobertura a sus empresas y organizaciones, antes que para retribuir a inversores o empresas capitalistas.

Pues bien, este variado abanico de organizaciones es el que va a ser sometido a observación y análisis de forma permanente, tanto empresas que compiten eficientemente en el mercado (la mayoría de las cooperativas, mutualidades y empresas sociales), como entidades que prestan servicios a personas en riesgo de exclusión social (mayoritariamente asociaciones y fundaciones, que constituyen el tercer sector de acción social).

En todos los casos, la Economía Social sitúa en el centro de sus preocupaciones a las personas, a los seres humanos, que constituyen su razón de ser, la finalidad de sus actividades. La Economía Social es la economía de los ciudadanos, convertidos en protagonistas y responsables de sus propios destinos.

OIBESCOOP es una asociación de ámbito nacional con sede en la Universidad de Zaragoza y tiene como objetivo la promoción, el desarrollo, estudio, fomento y protección de la Economía Social, especialmente en el ámbito Iberoamericano y desde una perspectiva científica y académica.

El OIBESCOOP nace con el propósito de contribuir al desarrollo sostenible y a la creación de empleo y riqueza, así como para impulsar la vertebración teórica y práctica de un espacio común de la Economía Social en Iberoamérica, España y Portugal.

El OIBESCOOP se proclama independiente, plural y comprometido con los valores propios del cooperativismo y de la Economía Social, desde el respeto a todas las teorías y creencias y al rigor científico.

Para alcanzar los fines anteriormente descritos, el OIBESCOOP desarrollará las siguientes actividades:

  1. La creación de una red en Iberoamérica que constituya referencia en cuanto al análisis, cuantificación y estudio de la Economía Social iberoamericana.
  2. La consolidación del OIBESCOOP como punto de encuentro y de intercambio de experiencias entre las distintas entidades que conforman la Economía Social iberoamericana.
  3. La colaboración con instituciones, organismos y entidades de todo tipo y país para el fomento y la difusión de la Economía Social iberoamericana.
  4. La colaboración interuniversitaria y de investigación científica en materia de Economía Social iberoamericana.
  5. La colaboración con las entidades empresariales de la Economía Social iberoamericana.
  6. La elaboración de estudios, investigaciones y proyectos sobre la realidad y perspectivas de la Economía iberoamericana, tanto a nivel nacional como en la promoción de un espacio iberoamericano común de la Economía Social.
  7. Edición de libros y otras publicaciones y la organización de encuentros, congresos y foros.
  8. Desarrollar la actividad económica precisa para el cumplimiento de sus fines.

Y, en general, llevar a cabo cuantas actuaciones sean conducentes al mejor logro de sus fines, bien directamente o a través de la participación en otras entidades, organizaciones o instituciones.