05/02/2024

Pertinencia histórica de las resoluciones y recomendaciones de los organismos multilaterales para la Economía Social Solidaria (ESS)

Nicolás Cruz Tineo [1]

Después de más de 25 años de promoción de la ESS, articulando los emprendimientos en redes y desarrollando acciones de visibilización, capacitación, diálogos e incidencia pública, es relevante que del 2021 al 2023, los principales organismos multilaterales de cooperación, se hayan comprometido con la promoción y el desarrollo institucional de la ESS, tomando resoluciones y haciendo recomendaciones a los gobiernos, en este sentido.

Destacan en importancia y alcance global, las resoluciones y recomendaciones de la OIT, sobre Trabajo Decente y la Economía Social y Solidaria del 1º de junio del 2022, de la ONU, sobre Promoción de la Economía Social y Solidaria para el Desarrollo Sostenible del 18 de abril de 2023, de la OCDE Recomendación del Consejo sobre la Economía Social y Solidaria y la Innovación Social del 10 de junio del 2022 y de la UE, Construir una economía que funcione para las personas: un plan de acción para la economía social, del 9 de diciembre del 2021.

Estas decisiones se toman dentro de la peor crisis sistémica de la actual organización económica capitalista, provocada por el rápido agotamiento de las principales fuentes de energías y materias primas y su incapacidad creciente de incorporar más del 50% de los trabajadores y trabajadoras (autónomos o informales) a la relación salarial capitalista. Esta se profundiza como consecuencias de la extracción irracional de los bienes naturales y la acelerada automatización de las labores, generando masivos despidos y el abandono por los trabajadores/as de los miserables, inestables y riesgosos puestos de trabajo; limitando seriamente el crecimiento económico, alimentado por la extracción de plusvalía, expropiación y expoliación de bienes públicos y comunes para acumularlos y concentrarlos como capital privado, en detrimento del bienestar de las personas y la sostenibilidad de la biosfera.

En su afán de renovarse y reproducirse este decadente sistema, así mismo, genera grandes calamidades humanas y ecológicas, poniendo en peligro la vida en el planeta, con la aceleración del calentamiento global, la ampliación de conflictos sociales, guerras de rapiña y de exterminio racial, destrucción de fuerzas productivas, incluyendo a trabajadores/as, oleadas de desempleos históricos, alarmante pobreza y desigualdad extremas y la degradación vergonzante de la dignidad humana.

Ante esta realidad, la parte más sensible y amorosa de la humanidad, compuesta por los trabajadores y trabajadoras manuales e intelectuales, urbanos y rurales, los pueblos originarios, etnias y demás sectores oprimidos económica y espiritualmente; construyen e impulsan la ESS, como transición, a un emergente nuevo modo de producción, intercambio, crédito y consumo, abriéndose caminos en las grietas de este capitalismo senil, como lo llama Samir Amín 2002, con su correspondiente diversidad de sujetos que se organizan en múltiples formas y prácticas por el bien común de los humanos y la naturaleza.

El  surgimiento espontaneo y planificado de decenas de miles de emprendimientos asociativos, cooperativos, mutualistas, ecológicos, empresas recuperadas, ayuda mutua, comercio justo, fondos de créditos y otras iniciativas solidarias, incluyendo la articulación de redes y organismos de integración como RIPESS, ESSFI, GSEF, ACI, AIM y de circuitos económicos, como FAIRTRADE e IFOAM, a nivel local, nacional y global, han incidido para la adopción de estas resoluciones y recomendaciones por los organismos multilaterales.

Aunque las resoluciones, recomendaciones y mandatos de los organizaciones multilaterales no necesariamente tienen carácter vinculante para sus países miembros, crean un marco conceptual e institucional favorable para la concreción de propuestas de acciones y marcos jurídicos, políticas públicas, planes y proyectos para el desarrollo de la ESS de acuerdo a las condiciones de cada país.

La ESS se coloca hoy como uno de los sectores económicos actuantes en las dinámicas de desarrollo de las actuales formaciones económicas y sociales nacionales y globales, al lado e interactuando con los sectores público y privado. Por esto y por sus cientos de miles de millones de dólares aportados al PIB global, se convierte en un posible nuevo modo de producción, intercambio, crédito y consumo en incubación y desarrollo en la etapa actual de capitalismo decadente.

Con esta visión es muy importante destacar la necesidad de que, para la aplicación y promoción efectiva de las resoluciones y recomendaciones de los organismos multilaterales, se consideren las realidades concretas de cada país y especialmente, los niveles de identidad y de prácticas de las entidades de ESS en sus las luchas por desarrollarse en las entrañas de la economía capitalista dominante.

En concordancia con Mace 2023, la ESS podemos tipificarla en tres (3) niveles que son: de Supervivencia, de Resistencia y de Liberación; atendiendo a la satisfacción de las necesidades inmediatas de las personas, al enfrentamiento con las estructuras económicas, políticas y culturales capitalistas dominantes y a la construcción de nuevas formas de producir, intercambiar, financiar, invertir y consumir medios económicos, conocimientos y poder, respectivamente.

La ESS de Supervivencia son aquellas unidades económicas que buscan satisfacer las necesidades inmediatas de la vida de las personas y sus familias, generando bienes de consumo e ingresos básicos, tales como la agricultura familiar, artesanos, la economía popular de autónomos o “informales” urbanos y rurales, poseedores o no de medios de producción e intercambio, sin explotar el trabajo ajeno.

La ESS de Resistencia, es el conjunto de emprendimientos asociativos y cooperativos, redes de integración y de intercambio de información, tales como, las mutuales, las fundaciones, las asociaciones no lucrativas y las entidades de: comercio justo, finanzas éticas, agroecologías y consumo responsable, que no solo buscan generar y asegurar  ingresos y empleos, sino también, mantienen estructuras empresariales asociativas e institucionales para aliviar los grados de explotación, expropiación, saqueo, privación y dominación capitalistas, realizando acciones y discursos medianamente politizados sobre el deterioro del medio ambiente, la desigualdad económica, social y de género, el trabajo precario y la pobreza generadas por este sistema.

Y la ESS de Liberación, que además de generar empleos e ingresos, se propone avanzar en la organización de nuevos modos de producción, intercambio crédito y consumo que generen nuevas formaciones económicas y sociales, liberando fuerzas productivas de la lógica capitalista, organizando circuitos económicos y redes solidarias locales, nacionales regionales e internacionales para autogestionar los flujos económicos, de conocimientos y de poder solidarios para producir, realizar, acumular y reproducir a escala ampliada bienes comunes y públicos.

De las resoluciones y recomendaciones propuestas por OIT, UNO, OCDE y UE, se derivarán las políticas, programas y proyectos que, para un efectivo impacto, se recomienda ser focalizados en función de la realidad de los anteriores niveles de expresión de la ESS y de las condiciones de cada país.

Bibliografía

• Amín Samir, Capitalismo Senil, La Revista del Manifesto, Roma, No. 31, septiembre de 2002
• Mance Euclides. Economía de liberación (Libro 1), Introducción General. Editora Academica de Brasil. 2023

 

[1] Economista dominicano, activista social, director del Instituto de Desarrollo de la Economía Asociativa (IDEAC), especialista en elaboración y gestión de proyecto de ESS y desarrollo económico local, educador popular, conferencista en eventos nacionales e internacional y autor de artículos publicado en revistas y libros de ESS”. Correo ncruz@ideac.org.do

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